jueves, 25 de diciembre de 2008

Rubén Cheveste



Un brindis nuevo

Anoche, mientras doblaban las campanas
cuando el cielo se llenaba de luces
y estallaba en miles de colores,
anunciando que eran las doce;
alcé mi copa en tu nombre,
y busqué tu cara en la luna
Y vi tu sonrisa dibujada en ella;
brindé por vos, por mí, por ellos
y no encontré tu boca por darte un beso,
y no estabas
cuando te busqué para abrazarte
estaba tu esencia, grabada en mi alma,
estaba tu presencia y tu perfume
flotando en mi mente,
y tu risa tu pelo y tu boca.

alcé mi copa en tu nombre sonriendo,
y pedí tres deseos ,
mientras se apagaban los destellos,
y la música empezaba a sonar a lo lejos,
siguiendo los festejos...
y brindé por vos, por mí y por ellos

Ruben Alberto Cheveste



Paloma herida



Te conocí, paloma herida
habías dejado de volar,
tus alas tocaban el suelo
y llevabas en tu pico un desconsuelo.


Alguien te hirió ,en pleno vuelo
mas hoy ,curada con mis besos
te acurrucas en mi nido y yo
entre tus alas, me duermo.

Te conocí ,paloma herida
y hoy te tengo ,sobre mi techo
volando en círculos de sueños
llevando entre tu pico un beso.

Estas volando alto, de nuevo,
en cielos de sábanas revueltas,
amaneciendo en mi nido,
para volar cuando el sol llama a la puerta.

Ruben Alberto Cheveste